lunes, 2 de abril de 2007

Locura de paloma

Más árido que el Kalahari
mi cuerpo se inunda de presagios
y alborota a los centinelas
que hacen apuestas sobre mi locura.

Tan lejana, mi cordura se halla
prendida en tu collar de paloma
que ya vuela, en astros invisibles:
indivisible de la noche, yago en la taberna

sediento, mientras duermen extenuados
los animales y las estrellas gimen de goce
-estallidos de llanto que persigo a ciegas-
inútilmente, sin saber de tu vuelo nupcial.

Busco en las barajas un indicio
en Aldebarán un rastro de jazmines
en los augures una profecía bienhechora
en las vísceras del buey un retorno de laureles.

no hay reposo en mi, sino zozobra
inquietud, aflicción y pesadumbre
soy un topo ciego que habita agujeros
y vivo a la escucha de vientos o emisarios.

Y de allí procede la vorágine aérea
de cigüeñas copulando con eriales,
en las almenas y en los minaretes
donde el hombre se somete a la Voluntad.

No hallo en mí sino un anhelo
que el tiempo convierte en certidumbre:
tu cabello habrá prendido incendios
de donde procede, -acaso- , tanta Luz.

1 comentario:

mia dijo...

Me gusta,me gusta y me gusta mucho Paco!

En tu vida las palomas como en la mía otrora...

Mía