domingo, 29 de abril de 2007

Paloma presagiada

Te hice isla

con mi nostalgia

de mar.


Te hice árbol

desde mi origen

de pájaro


Te haré fuego

por mi aflicción

de perro herido.


Serás la tierra

y alumbrarás caracoles

que recorrerán el mundo.

Evocación de Paloma

Arcilla y cal

Paja y arena

Yeso y ramas

Menta y laurel.


Leche y miel

Té y naranjas

Higos y pan

Bronce y azúcar


Especias y ámbar.

Seda y azufre

rosas y espinas

agonía y resurrección.


Las palabras que te nombran

y las que cuelgan de ti

prendidas de tu collar

superan los contrarios

se enredan en el todo

y son el Todo y te nombran,

a ti paloma ausente de mi corral,


ángel y humanidad,

revelación de la sutileza

desfile de lo sublime

muralla del conocimiento:

un pie tuyo por todos mis camellos,

una estirpe entera se rendirá

a las espigas de tu cabello:


hasta

que de ellas

brote

el pan.

martes, 10 de abril de 2007

Morir antes de morir

Morir antes de morir

y dejar de visitar a las mujeres

conservar las aptitudes del que mira

y ser, para Él, todo ojos.


Conservar la existencia de por vida

y no revelar el nombre del Amado

sus cualidades de vino inmortal

y liberarse de las cadenas del acto.


Pura unidad, sin diferencias con el Ser

y en su regocijo de siervo dichoso

recorrer el camino hacia atrás,

los confines infinitos del regreso.


Morir antes de morir

y conservar los atributos del dos

el tesoro oculto de la amada

en un vientre con rango de totalidad.


Y ser fuego, sin añadir nada al fuego

y ser brasa de la hoguera y no quemarse.

Ser amor en ella y no consumirse

porque la amada es amor en si y no arde.


Esa clase de amor que sólo admite

borrar sus efectos a través del don,

fundida en la caridad del que se da:

una fuerza que posee y en ella existe.


La locura es mi aliada

Veo en medio de la bruma

Ardo en un océano de agua

Me licúo en el corazón del fuego.

El triple ser

Yo evoco al triple ser que es creado

y creador, realizado y morador.

El más sensible y espiritual de los estados

se limita al océano del equilibrio.


El haz en el agua y su naturaleza inerte

se sumerge, inmutable, en el polen de una flor

y flota en el aire y surge de los árboles

y se encarna en el Profeta: el elegido


que reúne lo revelado y lo interpreta

y encuentra en Él, la luz que guía al ciego

La manifestación de Dios en él,

un universo vedado para los asnos.

jueves, 5 de abril de 2007

martes, 3 de abril de 2007

Conformidad de Paloma

Es media luna, paloma, aquí en el norte

y Berenice es cómplice de mis anhelos:

una odalisca vieja de frutas amargas

que sólo calcina con ternura mis ojos cansados.


Es media luna, paloma, aquí en nuestra jaima

donde sólo los camellos conversan entre sí

y ofrecen testimonios de prudencia al malhechor

no distingo los colores, pero advierto los jazmines.


Las rosas y las espinas conviven en mi recuerdo

y el té y las naranjas, la leche y el ámbar

ya no son las mismas, sin haber cambiado

ni su esencia o contenido o paladar.


Sólo el significado cambia en el instruido,

en aquél que goza de la sutileza del rango

y convive tanto tiempo con la castidad.

¿Acaso el santo no te alcanzara en su vuelo?

a ti paloma, que lejos de mi y con otro vino

embriagas con fluidos el descanso de otros,

más verdes que la albahaca tus ojos

y demasiado blanca tu piel para el desierto,


resurgirás en otro vientre, en otra sangre

poblarás las salinas y las ventiscas

te harán saber de donde procede la miel

y sostendrán una vela y soplarás enjambres

extendiendo un regocijo de avispas,

que zumbarán desde Asia Menor a Samarkanda:


en los confines del mundo, hay una paloma

que sabe de mi amor y destila azúcar.

lunes, 2 de abril de 2007

Locura de paloma

Más árido que el Kalahari
mi cuerpo se inunda de presagios
y alborota a los centinelas
que hacen apuestas sobre mi locura.

Tan lejana, mi cordura se halla
prendida en tu collar de paloma
que ya vuela, en astros invisibles:
indivisible de la noche, yago en la taberna

sediento, mientras duermen extenuados
los animales y las estrellas gimen de goce
-estallidos de llanto que persigo a ciegas-
inútilmente, sin saber de tu vuelo nupcial.

Busco en las barajas un indicio
en Aldebarán un rastro de jazmines
en los augures una profecía bienhechora
en las vísceras del buey un retorno de laureles.

no hay reposo en mi, sino zozobra
inquietud, aflicción y pesadumbre
soy un topo ciego que habita agujeros
y vivo a la escucha de vientos o emisarios.

Y de allí procede la vorágine aérea
de cigüeñas copulando con eriales,
en las almenas y en los minaretes
donde el hombre se somete a la Voluntad.

No hallo en mí sino un anhelo
que el tiempo convierte en certidumbre:
tu cabello habrá prendido incendios
de donde procede, -acaso- , tanta Luz.

Cólera de paloma

Demasiado blanca para el desierto
tu piel adquiere el fuego que le brinda
un cabello volcánico, hecho para arder.

Más verdes que la menta, tus ojos
no escatiman sutilezas vegetales
mientras tus manos secan el kiffi
y horadan en tus nalgas, manantiales.

Otras manos…..

¿Es una lágrima esa gota de néctar
que resbala en tu chador color miel?
¿Es la nostalgia, paloma de mi corral
de las palmeras de campamento?.

¿De mis manos?

Demasiado blanca para el desierto
tu piel adquiere el fuego que le brinda
un cabello volcánico hecho para arder.

Ciega de mi, reposo en tus recuerdos
en cal viva, en aceite hirviendo
¡Que habiten las noches que nos distancian
y jamás recuperen la luz!.

Nuestros ojos…..

Nostalgia de paloma

Embriagado de amor
vago por las noches,
frecuento los camellos
y las tertulias de los viajeros.

Flirteo con las buganvillas
y escupo en las marismas.
Apedreo con higos tu tienda,
donde descansas ebria de otro vino,

en sueños, te lleno el vientre de mi uva:
un inútil mosto que ya no fermentará.

lunes, 26 de marzo de 2007

El último rubai

Anoche Dios me visitó apenas me propuse el sueño
me advirtió de su presencia y encendió mi deseo
Dios mío: heme aquí pendiente de tu música,
Él se echó sobre mi y abrevió mi fuego,

sellando mis labios con un beso cubrió mi vacío
y sopló entre mis orificios entreabiertos:
brotaron de mi armonías celestiales,
pájaros sabios ascendentes por la Luz.

¿Fue locura mi aliada o un engaño de los sentidos?
pues pude ver como en medio de la bruma
ardiendo en océanos tibios de agua
bullía licuado mi corazón enajenado.

Él repitió su requiebro tantas veces
que al caer, exhausto, sobre el lecho
me permitió soplar sobre su pelo
y se desvaneció, como un ciprés alado.

domingo, 25 de marzo de 2007

Palomas y lechuzas

Copulaban las palomas en las jaulas
y las cigüeñas en las mezquitas.
las alondras en las sinagogas
y el gorrión en el campanario.

En todas las bocas libé ese néctar
y en todas quedó prendida mi marca:
un fluir sin fin, un ansia hecha río
un sólo cuerpo hecho vela y barcaza.

Del color de la arena tus ojos se hunden
en el manantial de la luna que hechizaste.
Lechuza sin párpados, procedo de la noche
y persigo lagartijas por la sombra de las ramas.

Prisionera del suelo, mi presa se muestra dócil
y muestra su huella oculta en la hojarasca:
un sonido de hojas rotas que desfallecen.

La capturo con mis ojos que ven más allá
profundos y despiertos, hechos para sutilezas.
Es entonces cuando alzo el vuelo
y me vierto insensible al fracaso.

Soy también víctima del enigma de la luz.
y de la humareda de los espejismos.

El infinito interior

Te elevaste como pájaro que eres
del espacio y el tiempo interiores
dejaste a un lado el mundo
y fui el mundo dentro de ti.

Busqué seguridad en tu playa
desprendiéndome de certezas y prejuicios,
recorrí medio camino en tus alas
e hice el retorno en compañía benéfica:

de pecadores y de injustos
de concubinas y canallas.
Con vientos que anuncian la sal
en los recodos y en los abismos

me encontré al fin con la Esencia
y fui dador de Esencia y tu antecesor;
se hicieron monedas con mi efigie
y gallardetes con mis insignias.

De los mil nudos de mi cuerda
hice una sola cuerda y te retuve
impedí tu vuelo, bendiciendo mi corral
tú que sabes, porque existes dentro y fuera

del espacio y el tiempo infinitos,
la clase de amor que alimenta al Dador:

Una pasión de caracoles abnegados
coexiste con un solo corazón
un sol que despliega en su polvo
un haz de luz que me guía y ciega.

Por mandato de Dios me hice hombre
y derramé semillas y consumí mi vida
en una materia y una estirpe y una sombra.
En otro vientre, tiempo y mujer,

renaceré en un tiempo impreciso
y renaceré sin ser yo sino otro,
y diré lo que no dije y callaré
lo que hablé de menos o más.

Cumpliré así los designios
de la Eternidad:
me haré balance y proyecto
simultáneos e indistintos.

Levadura y fermento
Trigo y pan:
un solo éxtasis,
en cualquier vino.

jueves, 22 de marzo de 2007

Paloma mencionada

Bebo té y te escucho mencionar
tu deseo de mí, expuesto tantas veces.
ofrecido como un manjar delicioso,
después de ser harto y ebrio.

Cautivo de ti me adormezco
a la sombra del olivo, pensando
en otras sombras de ese mismo tronco,

de otras tardes, donde el éxtasis
inmortal de las cigüeñas
coincidiera acaso con el mío.

Composición sufí

Lee mientras escuchas. A la vez......

Paloma liberada

Tú, la paloma que anida en mi corral
trenzada con un collar que te hace mía,
vendrás por la tarde a ofrecerme té y naranjas
y pedirás con pudor, permiso para desposarte:
un vuelo hacia el este en número de dos.

La miel y la leche que de tus labios bebí
no hace menos amarga la despedida
eso me hace hombre y sigo el consejo del sabio:
yacer con concubinas, esclavas, esposas.

Así te apreso para siempre,
paloma de mi corral:
en otro vientre.

miércoles, 21 de marzo de 2007

Paloma al vuelo

De mi jaima, de mi tienda,
de la casa que conoces por ser tuya,
saldrás un amanecer para hacerte isla
y navegar con los vientos que anuncian la sal,
transformar la albahaca en laurel nupcial
y los enjambres en gallardetes.

Ahuyentaré las avispas a silbidos
mientras los camellos pacen en la explanada:
el novio descansa, hasta que la noche irrumpa
y tu cuerpo, no sea más uno
sino dos, o cuatro, u ocho .

Sobre tu pubis rasurado
vertirá, -sediento-
un manantial desbordante

y te hará río
y fluirás sin fin,
y una nube de caracoles
partirán más tarde en rumbo
de una guarida de caracoles exiliados,
y le darán tu nombre a las especias
y las caracolas inscribirán en ti
su presunción de belleza mineral
y colgarán de tu cuello las amatistas
y el coral oscurecerá tus mejillas y la sal
finita del tiempo abrasará aquella dulce trenza
que fue mía y ahora es un don.

martes, 20 de marzo de 2007

El amigo vendrá

El amigo vendrá por la noche
a yacer con la esposa o la concubina
Se hará Presencia cuando la oscuridad
le oculte detalles a la costumbre.

El amigo traerá la conciencia despierta
Y será Luz y será dador de Luz
entrará en su círculo en lugar
de rodear su contorno y la hará templo.

Y traerá consigo comida esencial
y callará porqué sabe
cuando el silencio se expande
y el automatismo desaparece.

El amigo vendrá por la noche
y será cien vidas en una sola
y no dará más amor que el que cabe
en las manos abiertas de la amada.

El amigo vendrá por la noche
en silencio y prenderá, delicado,
en la oreja de su amada, un racimo
de cerezas, inalcanzable para los pájaros

domingo, 18 de marzo de 2007

Paloma amante

Es mi amante, esa mujer,
la concubina, la esclava
que me embriaga y me abarca
con sus roja cabellera de brasa

ceñido por el fuego de su boca,
mas allá de mi vientre la hallo,
ocupada en su vorágine de labios
de dulce y obscena, ebullición núbil.

Mientras la observo,
en la penumbra de la tarde, los olivos
recorren con su sombra, la huella
de una lengua que derritió la luz,

y se hizo materia
en mi ombligo yacente.

Paloma sensual

No hay dicha que supere a una sola tarde,
en el jardín amurallado a la sombra del olivo
al sonido de tu laúd que antecede al amor carnal.

Sólo el sueño que imagina el propio encuentro
supera en mucho a tal deleite y lo rebasa.
Sólo el dátil que no comí, calma mi ansia
o el agua que no derramé me consuela en mi sed.

¿Quién se sentirá abrumado, entonces
por la ausencia de un sueño inconsumado?.

Pues es en la ausencia donde la nostalgia,
desvela su rostro y opone el goce
al empalago y el desierto hincha sus pozos
y pone fin a la sal del exceso.


Te hice sueño y fuiste en él, ámbar
y en su resina, insecto cautivo.
Atrapada, inconsumada
del presente, que aun no es
icono sacrílego de mi reunión
con el Todo y con el Siempre.

sábado, 17 de marzo de 2007

El camino sufi: la Tariqa

Se dice que el sufismo es la tradición mística común a todas las religiones del Mediterráneo (R. Graves). Aunque su progreso principal se desarrolló bajo el paraguas musulmán, existen autores e incluso santos cristianos o judíos que eran sufíes, verbigracia el mallorquin Ramón Lull o Maimónides. Asimismo existen pruebas de que Sta Teresa de Jesús y S. Juan de la Cruz eran, o al menos conocían el sufismo a fondo, concretándose el siglo XII como el siglo de oro del mismo y a Persia como “El dorado” de la época, donde vivieron y escribieron sus más ilustres representantes muchos de ellos españoles, como Ibn Al Arabi o Avicena. Otros, persas de origen como el conocido Rumi.
No es de extrañar que la disciplina mística tentara a nuestros intelectuales del siglo XVI, en un periodo agitado por la Contrareforma y fueran perseguidos por la Inquisición que siempre vio como sospechosas las actividades esotéricas de los sufies. No me refiero tan sólo a la religión católica: el destino de las ordenes sufíes dentro del Islam ha pasado a ser mero folklore de danzas y ordenes de derviches, devorados por un monstruo que se llama integrismo y que ha pasado a convertirse como la interpretación ortodoxa de la religión islámica. Idéntica suerte corrió entre los judíos, donde el sionismo ha terminado por expurgar cualquier práctica heterodoxa de su liturgia y de su camino espiritual.
Predicción que ya hiciera Freud en “El porvenir de una ilusión”, en que pronosticaba, ya en edad provecta y probablemente decepcionado de la supremacía de las religiones sobre las vías iniciáticas individuales. En este contexto la ciencia actual no sería sino otra religión, donde el individuo ha tenido que converger por la evidencia de sus logros, sustituyendo la certidumbre total que antaño le garantizaba la religión por una incertidumbre relativa que es la que la ciencia le proporciona, aunque permaneciendo en el anhelo de que la propia ciencia vencerá gran parte de sus actuales inseguridades a medida que el conocimiento científico progrese.
Decir esoterismo, es situarse en el polo opuesto de la concepción espiritual que defienden las religiones oficiales. La vía espiritual que representan todas y cada una de las vías místicas, aun ligadas a la religión de turno por amplios lazos geográficos y culturales, representa una vía rabiosamente individual, un camino, una regla, una tariqa que no puede sino realizarse a solas, a veces en parejas, en la convicción hermética de que Dios no comparecería nunca en el tumulto de una multitud. Esta vía mística, espiritual y solitaria se opone a la vía exóterica de las religiones oficiales, donde el dogma, la persecución de la disidencia o la imposición obligada de preceptos que no pueden sino acatarse, terminan por decepcionar al hombre culto y sensible que se aparta cada vez más de ellas por no contener sino una cadena de órdenes más que discutibles y cuya espiritualidad profunda parece ser negada por sus sacerdotes al entenderla como una vía privada hacia la consecución de un bien espiritual, cuyas desviaciones son sentidas casi siempre como peligrosas para la supervivencia del dogma o de sus castas sacerdotales.
Efectivamente el esoterismo está considerado en la tradición sufí como un regalo, un don que Dios concede a sus amigos y que se opone a la verdad revelada a través de intermediarios. En la vía esotérica que se adquiere por intuición, la verdad alcanzada es una cosa entre el santo y Dios y que a nadie más concierne, pues:

Este conocimiento que Dios concede a sus amigos es desconocido incluso por los ángeles o ninguna de sus criaturas. De este modo todo exterior (o hecho externo) tienen un interior (o representación mental), todo interior tiene un secreto y todo secreto tiene una realidad. Es lo que Dios regala a sus amigos, un secreto a través de un secreto. (Adab al-Muluk, citado por Carl Ernst en Sufismo pag 83)

Este concepto paradójico del secreto al cual se llega a través del secreto es una constante en cualquier tradición de sabiduría y representa en mi opinión el trasvase jerárquico de conocimientos sin desvelar que propician un ascenso de nivel en el conocimiento alcanzado.

En este sentido la paradoja sería una forma de cataclismo psicológico destinado a saltar de nivel, un equivalente a una catástrofe de electrones en la teoría atómica.

En realidad cualquier tradición mística es una manera de contactar con Dios, mediante una regla especifica o espiritual, aunque el concepto de Dios es intercambiable e irrelevante: incluso aquellas religiones sin Dios como el budismo, tratan de contactar con una experiencia inefable que aporte un conocimiento superior. El sufismo que procede del Islam si cree en Dios, se trata de un Dios como principio o Todo que infiltra en su Divina providencia a las criaturas humanas, cuya función no es sino volver a ese Todo en las condiciones idóneas de perfección a alcanzar durante su existencia humana. Un Dios al que no se puede sino someter en su Divina omnisciencia o poder.
Aunque la virtud y la meditación son vías comunes a todas las tradiciones místicas, el sufismo supone un atajo especifico con respecto al resto de las vías. Su combinación de elementos sensoriales, sensuales y místicos crea un ambiente poético que podemos rastrear en los mejores poemas de Santa Teresa y San Juan de la Cruz[1], poetas que echaron mano de las conocidas metáforas sufies relacionadas con el amor carnal, verdadero espejo de la experiencia mística que se pretenden lograr con la fusión con el Todo.
Para un sufí el celibato no es necesario, el monacato sólo una opción más. Existen distintas vías de entrada espiritual, como distintos caminos que llevan al mismo lugar, “el vino” – metáfora de lo sensual- que ni embriaga ni obnubila la conciencia, sino que la abre a un conocimiento superior, la danza con su continuo girar no es sino otra metáfora del continuo movimiento de las estrellas, la belleza de la mujer es la cuerda con que Dios se anuda a lo material.

Anoche Dios puso su mano en mi pecho,
Me sujetó con fuerza y prendió un aro en mi oreja.
Le dije: “ Amado mío, estoy llorando por tu amor”
El apretó sus labios contra los míos y silenció mi voz
(Ayn al Kudat)

Otra vez aparece la conocida cantinela del conocimiento superior, esta vez lograda no a través del aprendizaje paradójico, sino a través del amor carnal. Aunque como se puede observar no se trata tan sólo de una escena de amor conyugal, sino de una escena de amor místico donde el sujeto es intercambiable (¿quien habla, hombre o mujer?), similar a las descripciones teresianas o de S. Juan. El amor que aquí se nombra es en cualquier caso una forma distinta de amor, aunque se utilice una metáfora más que carnal para su explicitación. Se trata de una escena extática, escenas que tan a menudo nos encontraremos en la poesía sufí árabe y que consideran al arte poético como un vehículo de comunicación de experiencias noéticas.
El vinculo entre erotismo y éxtasis, aun mediante el sacrificio ascético del cuerpo no supone una contradicción, antes al contrario es su condición:
Erotismo que es indivisible del sacrificio del cuerpo y de la sumisión aceptada en nombre de una instancia supraindividual, conectada a través de la agonía y del éxtasis con el ser humano individual (F. Traver, Un estudio sobre el masoquismo).
Este catálogo de imágenes sufíes tiene como principal característica la de retirarse de cualquier intento de nombrar la deidad a la que se adora.
Poco importa el tipo de invocación o adoración elegida, tanto importa un ídolo pagano, como un hombre divino que se podía adorar en la intimidad sin necesidad de acudir al templo. Lo que importa para un sufí es la transmisión de la propia experiencia, más allá si está referida a Yahvé, Allah o a Vishnú. Lo que importa no es la precisión en términos religiosos sino demostrar la devoción. (Carl Ernst, Sufismo, pag 175)
Con todo, mi intención en este largo epígrafe no era dar una interpretación exhaustiva de la cosmogénesis o imagenería poética sufíes sino la de hablar de la vía iniciática sufí, porque me parece que tiene elementos comunes con todas las demás y porque a pesar de las religiones oficiales sigue perviviendo en cada uno de nosotros como una forma ciega de búsqueda. Mi propósito es pues arrojar alguna luz. Ya sabemos lo que es la iniciación y lo que la diferencia de la pedagogía convencional, la pregunta que hay que responder es ¿qué hay de común en todas las vías iniciáticas, y qué subsiste en nuestros rituales actuales de ellas? ¿Cómo pueden ayudar al hombre actual estas tecnologías?
Sin disciplina, no hay camino espiritual, ni hay cambio, ni hay propiamente experiencia espiritual. Cualquier tecnología por potente que sea que no se sustente en una convicción holista del hombre es una experiencia vacía y es, además, una experiencia con lastre. Cualquier psicoterapìa actual no tiene otro paradigma sino el cambio: movilizar al sujeto, removerlo desde dentro de sus propias convicciones para “obligarle a cambiar”, una obligación que halla su justificación en el rastro filogenético de la especie y que consiste en “ascender” de nivel jerárquico de organización psíquica y no sólo de adaptarse por defecto a sus condiciones de vida.
No se trata de obligarle a cambiar sus puntos de vista o sus convicciones más profundas, se trata de propiciar un cambio de nivel, de hacerle ascender en busca de su identidad profunda, de hacerle converger hacia la autoconciencia, si utilizamos la terminología de Jung. Pero no existe cambio sin sacrificio, ni dolor. Cualquier transformación indolora es una falsa vía, se impone pues la vuelta atrás.
La transformación además puede ser explicada y aprendida, a través de cualquier tecnología y de cualquier vehículo a condición de que no se resuelva el misterio, Los sufíes utilizaban el cuento con este fin, un cuento como este:
Un hombre se encuentra a su amigo en la calle, parece haber perdido algo.
- ¿Que has perdido amigo?
- Las llaves de mi casa.
- Reconstruye la secuencia de tus actos, ¿qué camino has tomado para llegar aquí?
- Bajé de mi casa por la escalera, y heme aquí buscando las llaves
- Entonces es seguro que las perdiste en la escalera.
- Si, es casi seguro
- ¿Y por qué las buscas aquí en la calle?
- Porque aquí hay más luz.
El cuento es la forma preferida por la pedagogía sufí para obtener un conocimiento no lineal y no acumulativo, sino aquel que opera por descarte. Si observamos atentamente la idea que trata de transmitir Nasrudin nos encontraremos con el sello de la modernidad del pensamiento actual, donde de lo que se trata es que las personas aprendan a pensar la realidad de un modo no convencional, con una especie de lógica borrosa. Buscar las llaves aquí porque hay más luz, a pesar de saber que las llaves se perdieron en otro lugar no es una simple extravagancia para hacernos reír, sino que nos induce a pensar:
1) Que muchas veces la verdad no puede ser encontrada sino con el apoyo de la luz y que poco importa saber donde se encuentra si esta verdad permanece a oscuras.
2) La posibilidad de que la llave se mueva es tan remota como la posibilidad de encontrarla a oscuras, de modo que siempre será mejor solución la búsqueda con luz, que la búsqueda a ciegas.
3) Hay una tercera opción que Nasrudin no recoge y es esperar a que amanezca, no hacer nada, sino esperar, una opción que cualquier taoista hubiera elegido.
En mi opinión, no existe mejor parábola para expresar tanto la vía exotérica del precepto y la vía esotérica inicíatica que este cuento de Nasrudin: efectivamente las llaves no son sino la herramienta que abre y cierra la casa, de modo que su búsqueda es absolutamente necesaria para poder volver, pero buscarla a ciegas no es un buen método, sin embargo buscarlas en la luz de la calle, aunque igualmente ineficaz puede dar lugar a otros hallazgos que compensen la perdida de la misma. A veces una cosa lleva a otra y siempre en la dirección del destino.
Pero el discípulo, mientras tanto, habrá aprendido la lección fundamental: la verdad es invisible.
Obsérvese, pues, que el cuento es multidimensional, presenta tantas facetas y lecturas como los eventos más complejos de la conciencia humana, es por así decir rabiosamente sutil y complejo al mismo tiempo sencillo, práctico e impactante, quizá por su tendencia a ubicar al lector en un plano de conciencia superior al de la vida común o diaria, donde se plantean dilemas distintos, prácticos y conmensurables que a diferencia del enigma no enseñan nada.
En cualquier psicoterapia el terapeuta se encuentra a menudo con este tipo de dilemas, que o bien se encuentran en el encuadre de la terapia o bien los plantea el propio paciente en forma de paradojas comunicacionales o pragmáticas que de no conocerse echan por tierra la labor psicoterapéutica anterior.
Una terapia no pretende, no debe pretender nunca resolverlo todo. No se trata de darle al paciente demasiado masticada cualquier solución a cualquier problema que pueda plantear o inventar. En realidad la terapia que tiene éxito a largo plazo es aquella que consigue dejar una cierta atmósfera de resto irresuelto (Watzlawick). No sólo por la convicción de que no hemos de resultar demasiado protectores con nuestros pacientes, sino que efectivamente muchos problemas no tienen solución.
Muchos problemas no tienen solución desde dentro de la configuración que encuadra en problema. Epistemológicamente hablando, a veces es necesario “salir” de un determinado encuadre para encontrar la solución que se busca desde dentro. Esta prueba de la falseabilidad o veracidad de un determinado enredo, se cuenta entre las mas hermosas estrategias para encontrar soluciones y también para discriminar si una proposición lógica es veraz o falsa. Ejemplo practico de este tipo de enredos son los que acaecen en los divorcios: para divorciarse hay que estar casado, pero para divorciarse hay que ponerse de acuerdo, al menos en el propio divorcio. Sin embargo ponerse de acuerdo en una atmósfera de desacuerdo ea lógicamente imposible, por lo que los divorcios terminan siempre en pleitos judiciales que no logran acabar ni mediante la disolución del vinculo con el enredo que dio lugar al divorcio y que puede mantenerse activo de por vida. Por otra parte nadie puede divorciarse desde fuera del sistema del matrimonio, por lo que se impone una separación fáctica que haga de dique a la falta de opciones desde dentro del propio sistema. Así y todo frecuentemente se hace necesaria la comparecencia de una autoridad superior que acaba dejando a todos decepcionados.
La actitud del psicoanálisis que se conoce con el nombre de “escucha sin tiempo ni deseo” (Bion) me parece uno de los más bellos paradigmas que reproducen aquella actitud inicíatica de que la verdad es invisible y que sólo se consigue alcanzar, quizá, cuando la búsqueda ha cesado. En este sentido, aquellas personas cuya búsqueda esta demasiado apegada a lo material o a lo práctico siempre serán malos candidatos a una psicoterapia. Por el contrario, aquellas otras que buscan una ubicación en el mundo vinculada a valores éticos o estéticos o que realizan una búsqueda de una verdad supraindividual aunque no sea trascendente, siempre serán los mejores candidatos a una psicoterapia de inspiración psicoanalítica o de cualquier otra clase.
Por otra parte una de las características que constituyen la idoneidad para un proceso de cambio en una persona es que exista un predominio de la “narrativa” sobre lo psicosomático. Lo psicosomático (el lenguaje del cuerpo) siempre es algo que está más allá de la narrativa y por ser inefable se constituye en un misterio insondable e imposible de comunicar. Emparentado con la alexitimia (la incapacidad de leer emociones), lo psicosomático responde a un código secreto del cuerpo que alude de una forma enigmática a emociones muy primitivas y profundas que se establecieron, cuando aun el lenguaje no estaba lo suficientemente desarrollado como para que el individuo pudiera dar cuenta a través de él de sus estados internos. En este orden de argumentos lo psicosomático no expresa ni comunica nada, lo psicosomático se expresa a si mismo, con el orden de la poesía, la indistinción, la atemporalidad y la incongruencia. Aun utilizando el lenguaje del cuerpo, su mensaje es agramatical y no puede ser leído, más allá de un signo de alarma que las más de las veces terminará en una intervención medica, pero no conversacional.
Aunque cualquier psicoterapia se constituye en una forma de ayuda basada en la narrativa, no hay que suponer que es en la propia narrativa desde donde se articulan los procesos más intensos de ayuda, sino en otro nivel de eventos que se construyen a través de las expectativas de ayuda que proceden del universo infantil del paciente, de su demanda de amor y de sus necesidades de apoyo y guía. Aquí se establece uno de los conflictos más importantes que operan como malentendido cultural en cualquier forma de psicoterapia, aunque más patente en las de orientación psicodinámica.
El paciente no cambia a través de la comprensión, la empatía o la simpatía de su terapeuta. No cambia a través del consejo o del insight alcanzado, cambia a través del dolor y de su contención, a través de alguien que lo transforma y sobre todo a través de su incapacidad para construir una respuesta lineal a sus dificultades reales. Cambia al ser obligado a través del silencio y la frustración a permutar su expectativa omnipotente de ayuda por un ascenso en el nivel de complejidad desde donde tejer nuevas preguntas.

Cuando se dispone de una herramienta de cambio, es absurdo buscar otra tecnología en otro lugar para iniciar ese cambio, es inútil y redundante. Por eso se impone la modificación de la perspectiva. Curarse no es perdonar o hacerse perdonar, ni huir, o quedarse. Curarse es obtener un estado mental que permita ir más allá en la obtención de gratificaciones mentales, más allá de la vanidad o el lujo, la búsqueda de bienes materiales o la tranquilidad de conciencia.
Esa forma de cura, tan limitada a la virtud religiosa y que forma parte de nuestra tradición cristiana, fue en gran medida difundida y defendida por el psicoanálisis como un objetivo a alcanzar. En este sentido, al menos religión y psicoanálisis compartieron una meta normativa que hasta sólo hace muy poco tiempo ha sido entrevista no sólo por los propios terapeutas, sino también por el propio publico.
El camino sufi, me parece tan bueno como cualquier técnica psicoterapeutica y prodriamos resumirlo así:
· Practica de la virtud
· Búsqueda de un maestro
· Obediencia a las reglas del maestro aún no comprendiendo
· Respeto por las tradiciones exotéricas y practica de la religión oficial
· Sometimiento a Dios
· Superación del pensamiento dual, a través de conversaciones guiadas
· Practica del arte, la filosofía o la medicina
· Orientación altruista.

En definitiva el camino sufí, la tariqa, es un método más de persecución del si-mismo en el sentido más jungiano de esta palabra, el único camino para la superación de los estados internos vinculados con el malestar, en la convicción mítica de que regresar es también una forma de llegar.

viernes, 16 de marzo de 2007

Su amor

Su amor no es capaz de incremento
por mis regalos o mis caricias
o de reducción por mis preceptos
porque es amor originado por una Causa.

Su amor es igual a su entendimiento
y es un amor que anula la razón.
Su amor es de una intensidad extraviada
irresponsable soy de las ofensas que le infiero.

Su amor no influye en mi
por ser perfecta su cualidad
no nace del beneficio ni admite
comercio ni subterfugio.

Su amor es locura intermitente
que se detiene al borde del desvarío.
Mi alma se llena toda de ella
e interpreta los suplicios de su infierno.

Mi esclava no tiene nombre
porque sólo es nombrada por el Amado
y es tal como Él quiere que sea
no conoce sino la Voz, aun callando

Es tal locura de amor la que sufre,
que solo ve por mis ojos
y suspira con mi aliento:
aire de mi aire, licuada en el abrazo.

No distingue el amor de la separación
está ocupada en contemplarlo,
pues su amor no cambia ni aumenta
Mi Amor es para ella más que alimento.

Mi amor se esclaviza con agrado
en la familiaridad incompatible
que en el esclavo es turbación
y pasión cauta en el Amado.

Ella ignora mis estados mutables
y no cabe en sí, sino diligencia
desconoce mis inclinaciones que nunca
divulgo para habitar en ellas y en ella.

Es por eso que de noche la contemplo
y me esfuerzo en tantear su equilibrio
pues carece de facultades prácticas
saturada en un recuerdo que la aniquila.

Y me envidia a mi, su Dueño
que sagaz y exhausto, enamorado,
no despierta sospechas en suspiros o insomnios
ni conserva el perfume de sus trenzas.

Ignora que ella es amante
y no sabe a quién desea
ignora el porqué y no percibe
otra cosa sino al Amado que la llama.

En amor ella se consume,
sin influjo alguno de la costumbre
porque es amor de sujeto puro:
una pasión sensible que discurre ajena.

Licuada en un charco de agua
en razón directa a la Revelación,
-Fenómenos que no alcanza a vislumbrar-
fundida en la caridad del que se da.

Una fuerza que posee y que sólo admite
borrar sus efectos a través del don.
Mi sujeto es una pasión oculta
que se alimenta del pan de un Demiurgo.

miércoles, 14 de marzo de 2007

Oración de la caravana

La dicha es un sueño reversible,
la pesadilla una desdicha breve.

¿Quién les prestará atención o complacencia
a tan breves y agregadas condiciones?

La desdicha es un sueño indistinguible
del azar en la terrena improvidencia

¿Quién les prestará atención o complacencia
a tan breves y agregadas condiciones?

Dicha o sueño ,ausencia o plenitud
son el Uno y se alimentan del Todo

¿Quién les prestará atención o complacencia
a tan breves y agregadas condiciones?

Y son múltiples las variaciones de la esencia
Son hombres y camellos, palomas y harina

¿Quién les prestará atención o complacencia
a tan breves y agregadas condiciones?

De la palabra tormenta, sino a la tormenta misma
que prolonga en el cielo, el aguacero que anticipa.

¿Quién les prestará atención o complacencia
a tan breves y agregadas condiciones?

Oración de la esclava

Héme aqui señor, tu arcilla
tu pan y tu harina,
la masa de tu voluntad,
el agua de tu saber,
el cemento de tu roca,
el fuego de tu horno,
el bronce de tu alquimia.

En tus manos de orfebre
me encomiendo a tu proyecto,
invisible encadenada,
entregada y paciente,
aniquilada y paradójica:
desgarrada de tu Voluntad,
alimentada por tu juicio.


Será así:
que aun siendo tuya
el fermento de tu leche
me hará a mi misma
levadura de un pan
hecho para saciar
eternamente.

En el dos

El accidente del hombre es su retorno
sin arquitecto, ni médico o contratista,
el sabio más hondo es un asno sin fe,
sino afirma su reunión y es sólo uno.

La dilatación de la fe precisa de esposa
y refuerza la certidumbre del soldado del Ser
que expresa su gozo y le da la bienvenida
y se convierte en padre, madre y hermano.

Que su aislamiento valeroso no sea turbado
por otra cosa más que el saludo del esposo.

martes, 13 de marzo de 2007

Rumi: Sufi Poem

Reino ofrecido

Un reino de espigas y granadas
de higos y amapolas fluorescentes
de remansos y tardes encantadas
de olivos y de sombras transparentes.

Un reino de ranas cantautoras
principados de espadas que no hieren,
de enjambres de abejas bienhechoras
que hinchan mejillas, endulzan y sucumben.

Un lugar donde abrevan las bestias
en convivencia con los animales más perfectos:
allí los gatos maullan melodías,
y los faquires encantan monstruos.

Un reino de espigas que te ofrezco
a cambio de ese nudo de tu trenza
en la albahaca ligera de tu mirada
habrá jardines y estrellas y estanques.

Delicada paloma prendida de una luz personal
puente de mi madurez y perseverancia,
por los goces de la sutileza sabia
que aprendí de hombres perfectos.

Diseñaré para ti un destino
de caracoles saciados
que habitarán el mundo
y sus deltas interiores.

Como el agua

La ignorancia del espíritu
acerca de su origen es misericordia
y solo Dios conoce la confluencia
que antecedió al estado del uno
antes de fragmentarse de la Conciencia.

La sabiduría del espíritu
es saberse parte de Dios, durmiente,
continuidad y ramificación del Eterno
síntesis impuesta por una Obra
que sólo el amor evoca en su doble origen.

Cada respiración de la amante
es un incendio del que alimenta
una hoguera en su interior, de comunión.
Con el diezmo de una aldea en ruinas
cubriré mis deudas, más puro que el agua.


Lo indecible ya no es propio
sino la finalidad del Eterno
que comunica la continuidad de la Esencia
más allá del límite de las faltas
que más de cien méritos no lavan

Cuando llegue la hora de dormir
no aplastes los piojos con tus sandalias
hasta aclamar a tu Maestro y la revelación
de ser insecto, cautivo para la Eternidad.

La letra y el número

Dios asciende a través de sus criaturas
se aleja de ellas y permanece suspendido,
desparramando la gnosis y la fe.
A su servidor reveló sin mediación su nombre
y entre ellos escogió al que más le conociese,
explicó entonces lo que hubo sucedido
y confió, como el amado confía en la amada:
(guardaron el secreto y difundieron su razón)
por entre los pueblos, las gavias y los corrales.

No hubo criatura ajena a la revelación
y en su intimidad se guardaron los signos
y hubo fuego de ese amor abrasador
que reúne a las bestias y que el hombre consume
entre almohadas, albahaca y renuncia.

lunes, 12 de marzo de 2007

El que ama

La manifestación del que ama
es el doble nombre de una letra única,
Dios propone símbolos con sus actos
y hace así al objeto inteligible.

El alfabeto le proporciona trazados
y propone alusiones sutiles y muestra enigmas
y secretos de la Unidad indistingibles:
Dios y sus criaturas son dos nombres

que designan un doble ser y son distintos
aunque el Todo cabe en uno y su cantidad,
el Uno que en su multiplicidad
manifiesta las analogías de lo diverso.

Y a la llamada de la Divina realidad
se consume en la hoguera de su rango,
pues el arquitecto divino, aun postrado
no puede ser esclavo de su creado.

Y alcanzar cualquier rama en el camino
más allá de la ciencia de las letras
que reune lo creado con su artificio
y se trasciende por su espíritu exacto.

En su cuerpo hay ahora alma y sonido
y se entremezclan la gramática y la poesía
en su iluminación que recorre mundos
dos trayectos de regreso y son cantidades.

Hay una luna para la Verdad
y una Luz para su desarrollo completo
la luz del hombre que es su síntesis
y que sucede a la oscuridad de lo ajeno.

Y a la verdad del otro instantánea
que convoca el Verbo a la taberna
y que mantiene el cosmos entero
flotando en el Haz emisario, enajenado:

enajenado del Todo
articulado en el designio
de donde todo es manifestación
del Demiurgo.

Nada hay más allá de esa Esencia
ni al lado, arriba, debajo o detrás,
la realidad que calcula el Ser imperativo
que era y fue y es el Ser realizado.

El hombre perfecto

El hombre perfecto desciende
de una Esencia sublime e inmortal
y es por Ella por lo que el saber
y la belleza se postran.

Preservando al Hacedor de su Uno
en su multiplicidad de pájaro
que vela por sus criaturas y aniquila
en Él, la voluntad del santo o el canalla.

Y construye un amor esencial
de su reunión con la norma
tan lasciva y tan dulce
como la Voluntad.

Simbología báquica y sufí

La luz de un número: Veracidad que Dios da a una cifra. Significado oculto de una cantidad. Algo que requiere de iniciación e interpretación.
La Luz de un número es la suma de si mismo, con los números que le anteceden hasta el uno. Así la luz del Uno es uno, la luz de dos es tres.
Verdad: se trata de la verdad revelada por Dios, a los hombres.
Esencia: la primitiva o primigenia mismidad de Dios.
Vino: experiencia extática de fusión, una embriaguez sensual que acentúa los sentidos en lugar de adormecerlos.
Mar u océano: representa al mundo entero, visible e invisible.
Paloma: mujer, hija, esposa, hermana, esclava , concubina.
Corral: hogar.
Taberna: lugar donde se encuentra el vino que representa a la unidad lograda.
Albahaca: especia que representa a lo que se añade para lograr que una cosa, sea más preciosa de lo que es. Algo que le añade a algo una distinta cualidad.
Ojo y mirada: aptitudes del hombre para ver más allá.
Uno: el que es en sí mismo, Dios.
Dos: pareja de criaturas terrenas que aspiran al uno.
Hombre perfecto: el que obedece la Ley del Creador y la trasciende en una búsqueda esotérica de fusión.
Trayecto: el doble trayecto de camino y reunión que todo hombre recorre, física y espiritualmente.
Obra y Conciencia: la Creación y la esencia de Dios. Su manifestación material y su esencia espiritual que se manifiesta a través de la multiplicidad y la reunión de los contrarios.
Hacedor: Dios en tanto en cuanto arquitecto del universo. Se trata de la versión teosófica de Dios en oposición a la esencia que es un concepto metafísico.
Voluntad: La voluntad de Dios y su Ley y códigos que trasmite a los hombres a través de los elegidos. Una voluntad trasmitida por amor que no admite sino sometimiento. El aspecto cosmogónico y normativo de la vida en común exotérico, en oposición a la vía esotérica que preparan los hombres perfectos.
Caracoles: hijos, tribus, pueblos.
Palmera: árbol sagrado. Tariquat en árabe, representa por cacofonía con Tariqa: el sendero, camino o regla espiritual.
Cabello o trenza: Metáfora de la belleza terrenal que en la mujer representa la cuerda con que Dios se sujeta a lo material.
Labio: atributo mediante el cual Dios da la vida a través de las palabras.
Números o letras: formas reveladas que necesitan interpretación.
Haz de luz: proceso de iluminación que guía al hombre en su camino espiritual.
Verbo: Manifestación de la Esencia en acción.